Bursitis trocantérica: guía completa

La bursitis trocantérica es una afección común que provoca dolor en la parte lateral de la cadera, afectando a personas de todas las edades, aunque es más frecuente en adultos mayores y en aquellos que realizan actividades físicas intensas. Esta condición se caracteriza por la inflamación de la bursa trocantérica, una pequeña bolsa llena de líquido que actúa como amortiguador entre los tendones y el hueso del trocánter mayor del fémur.

Dolor en la parte lateral de la cadera y su origen

El síntoma más característico de la bursitis trocantérica es el dolor localizado en la parte lateral de la cadera, justo sobre el trocánter mayor. Este dolor suele empeorar con actividades como caminar, subir escaleras o acostarse sobre el lado afectado. En algunos casos, el dolor puede irradiar hacia el muslo o la zona glútea, dificultando la movilidad y afectando las actividades diarias.

dibujo de huesos de parte de cadera

El origen del dolor radica en la inflamación de la bursa, que se irrita debido a la fricción constante entre los tendones y el hueso. Esta inflamación provoca una respuesta inflamatoria que sensibiliza las terminaciones nerviosas, generando dolor y limitación funcional. Es importante diferenciar la bursitis trocantérica de otras causas de dolor en la cadera, como la artrosis o lesiones musculares, para aplicar el tratamiento adecuado.

La bursitis trocantérica es más común en personas de mediana edad y en aquellos que realizan actividades que implican movimientos repetitivos de la cadera. Factores como la obesidad, el sedentarismo o la práctica de deportes de alto impacto pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta condición. 

Factores que provocan la inflamación de la bursa

Existen diversos factores que pueden desencadenar la inflamación de la bursa trocantérica. Entre los más comunes se encuentran los movimientos repetitivos que generan fricción en la zona, como correr, saltar o subir escaleras de forma frecuente. Además, las personas con sobrepeso tienen mayor riesgo debido a la carga adicional que soporta la articulación de la cadera.

Otras causas incluyen lesiones traumáticas, como caídas o golpes directos en la cadera, así como alteraciones biomecánicas, como discrepancias en la longitud de las piernas o problemas en la postura. También es frecuente que la bursitis trocantérica se presente en pacientes con enfermedades inflamatorias crónicas, como la artritis reumatoide, que predisponen a la inflamación de las estructuras periarticulares.

El envejecimiento es otro factor importante, ya que con el tiempo los tejidos pierden elasticidad y resistencia, aumentando la susceptibilidad a la inflamación. Por ello, es fundamental identificar y corregir estos factores para evitar la aparición o recurrencia de la bursitis.

Complicaciones asociadas a la bursitis trocantérica

Si no se trata adecuadamente, la bursitis trocantérica puede derivar en complicaciones que afectan la funcionalidad de la cadera y la calidad de vida del paciente. Una de las complicaciones más comunes es la cronicidad del dolor, que puede persistir durante meses o incluso años, dificultando la realización de actividades cotidianas.

Además, la inflamación prolongada puede provocar fibrosis y engrosamiento de la bursa, lo que limita aún más el movimiento y aumenta la sensibilidad al dolor. En casos severos, la bursitis puede asociarse a tendinitis o roturas parciales de los tendones glúteos, complicando el cuadro clínico y requiriendo tratamientos más intensivos.

Otra posible complicación es la infección de la bursa, aunque es poco frecuente, puede presentarse especialmente en pacientes con sistemas inmunológicos comprometidos. Por ello, es esencial acudir a un especialista ante la aparición de síntomas persistentes para recibir un diagnóstico y tratamiento oportunos.

Ejercicio y fisioterapia como solución efectiva

El tratamiento de la bursitis trocantérica suele incluir reposo relativo, antiinflamatorios y, especialmente, la fisioterapia. El ejercicio terapéutico es una herramienta fundamental para reducir la inflamación, mejorar la movilidad y fortalecer los músculos que estabilizan la cadera.

Los programas de fisioterapia se adaptan a las necesidades individuales, combinando técnicas de estiramiento, fortalecimiento y movilización articular. Ejercicios específicos para los músculos abductores y glúteos ayudan a corregir desequilibrios musculares que pueden estar contribuyendo a la irritación de la bursa.

Además, la fisioterapia puede incluir modalidades como ultrasonido, terapia manual y electroterapia para aliviar el dolor y acelerar la recuperación. La constancia en la realización de los ejercicios y el seguimiento profesional son claves para lograr resultados duraderos y evitar recaídas.

Prevención y consejos para evitar recaídas

Prevenir la bursitis trocantérica implica adoptar hábitos saludables y prestar atención a la ergonomía y el cuidado corporal. Mantener un peso adecuado es fundamental para reducir la carga sobre la cadera y minimizar el riesgo de inflamación.

hombre haciendo estiramientos

Es recomendable realizar ejercicios de fortalecimiento y estiramiento de forma regular, especialmente si se practican deportes o actividades que impliquen movimientos repetitivos. Además, es importante evitar posturas prolongadas que puedan generar presión sobre la zona lateral de la cadera, como dormir siempre del mismo lado sin protección.

En caso de sentir molestias iniciales, es aconsejable modificar la actividad física y consultar a un profesional para recibir orientación adecuada. El uso de calzado adecuado y la corrección de alteraciones biomecánicas también contribuyen a prevenir la bursitis y mantener la salud articular.

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En Clínica RIN, ubicada en Móstoles, ofrecemos un enfoque integral para el diagnóstico y tratamiento de la bursitis trocantérica. Nuestro equipo de especialistas en fisioterapia y rehabilitación trabaja con técnicas avanzadas y personalizadas para cada paciente, garantizando una recuperación efectiva y segura.

mujer levantando pierna

Nuestra clínica dispone de tecnología de última generación y un ambiente acogedor que facilita el proceso terapéutico. Además, ofrecemos asesoramiento continuo para la prevención de recaídas y la mejora de la calidad de vida a largo plazo.

Si experimentas dolor en la parte lateral de la cadera o sospechas que puedes tener bursitis trocantérica, no dudes en acudir a Clínica RIN en Móstoles. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son la clave para recuperar tu bienestar y volver a disfrutar de tus actividades diarias sin molestias.

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